Es normal que tengas periodos en los que te sientas enojada con el mundo y hagas muchos corajes.
Descargas de adrenalina constantes que dañan tu sistema inmunológico
Cuando te enojas tienes descargas de adrenalina que dañan tu sistema inmunológico (sí, ese que protege a tu cuerpo de las enfermedades). Esto, más el enojo, cambia tu actividad cerebral y puede perjudicarte con el paso de los años.
Dolores musculares en el cuello, hombros y espalda
Las explosiones de ira también provocan dolores musculares en el cuello, hombros y espalda, entre otros males. Si no te tranqulizas, puedes padecer contracturas. Al rato andarás con los músculos tensos y la espalda tiesa. ¡Cuidado!
Fallas en el corazón
El enojo puede ocasionar fallas en el corazón, pues cada uno de tus corajes aumenta la presión sanguínea y daña tus arterias.
Inflamación en tu estómago, cólicos, náuseas y hasta vómitos
Con los corajes, puedes presentar inflamación en tu estómago, cólicos, náuseas y hasta vómitos.
La ira aumenta la acidez y el ardor en la pancita.
Si eres enojona, te recomendamos que hagas respiraciones o medites. También puedes salir a correr, bailar o tomar una buena clase de aerobics.
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